Friday, 21 December 2012

The day the world was to end...

Hoy ha sido un día de invierno soleado en Madrid. Mi asistenta doméstica tuvo un accidente de tráfico, mi hija participó en un concurso de talentos y mi vecino se fue a pasear el perro. Si había alguien escondido en un búnker, no lo sé. Por lo menos, no parecía que a mis amigas pijas, dirigiéndose a la tienda de Carolina Herrera a comprar regalos de Navidad les importara mucho…

En todo caso, decidí pensar un poco sobre el tema de cómo se va a acabar el mundo…
Si alguna vez  habéis vivido al Este de Viena (Austria), probablemente habréis oído hablar de Nastradin Hodja.  Y si habéis nacido al otro lado del Bósforo – seguramente.  Ese peculiar personaje, representante de la sabiduría Oriental tenía una respuesta bastante interesante  a mi pregunta: “La mitad del mundo se acabaría cuando se muera mi mujer, y el mundo entero se acabará cuando me muera yo.” No sé si aquel señor quería tanto a su mujer, o sólo estaba muy acostumbrado a vivir con ella, pero dijo una cosa muy relevante -  Nuestro mundo empieza y acaba con nosotros, con nuestro “ego”:

Y para los que no están tan centrados en si mismos y sufren al ver tanto injusticia, horrores, violencia,  pobreza, guerras, hipocresía, avaricia, indiferencia, soledad etc., citaré a mi hermana, que hace una semana dijo : “Espero que el mundo de verdad se acabe el día 21 para que el día siguente renazca en una versión mejor.” Eso espero yo, también…
 
Today was a perfect sunny winter day in Madrid. My domestic assistant had a car accident, my daughter went to a talent show and my neighbor took his dog for a walk.
If there was someone hidden in a bunker, I don't know. At least, my posh friends heading to the CH boutique to buy Christmas presents didn't seem really to worry.
 
However, I decided to explore the idea of the end of the world..
If you have ever lived somewhere on the East of Vienna (Austria), probably you've heard about Nastradin Hodja. If you were born across the Bosporus- definitely.  This peculiar character, embodying the essence of the Oriental wisdom, had a very interesting answer to my question: “My world will be half gone, when my wife dies, and the world will end when I die.”
I am not sure if he was really in love with his wife or just was accustomed to live with her, but at least he said something quite relevant: Our world starts and finishes with us, with our "ego".

For those, who are not so self-centered, and who do really suffer witnessing so much injustice, horrors, violence, poverty, wars, hypocrisy, greed, indifference, loneliness, etc.,  I would quote my sister, who made a wonderful statement a week ago: "I hope the world would end on 21st, just to be reborn the day after in a better version." So do I…




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